Batalla campal entre miembros de Boca Juniors y Atlético Mineiro en los vestuarios: un extintor, lanzamiento de botellas y vallas...

El fútbol sudamericano vuelve a mostrar su peor cara después de la brutal pelea que protagonizaron miembros de Boca Juniors y Atlético Mineiro tras la cruel eliminación del equipo argentino de la Copa Libertadores. Los vestuarios del Estadio Mineirao se convirtieron en un campo de batalla en el que se vieron involucrados hasta directivos.

El partido terminó con los ánimos muy caldeados después de que Boca viera cómo se le anulaba un gol en el descuento por un fuera de juego milimétrico y la suerte no les sonriese en la tanda de penaltis en la que cayeron por 3-1. El Mineirao se convirtió en una olla a presión que terminó reventando en el túnel.

Además de agredir a dirigentes y jugadores del Atlético Mineiro, así como a miembros del equipo de seguridad, los argentinos derribaron vallas de protección, un amplificador de sonido y otros objetos, además de lanzar botellas de agua a sus rivales.

La trifulca tuvo que ser contenida por la Policía Militarizada, que hasta llegó a utilizar gases para dispersar a los jugadores y llegó a detener por desacato a algunos miembros de la delegación bostera. De hecho, la policía amenazó con retener en Brasil a dos de los jugadores del Boca Juniors y solicitó las imágenes de las cámaras de seguridad para intentar identificar a otros responsables.

Entre las imágenes que han ido saliendo a la luz y transmitidas por la televisión brasileña, se identifica a varios individuos 'con las manos en la masa'. Al delantero Sebastián Villa se le ve arrojando un dispensador de agua, a Marcos Rojo cogiendo un extintor para pegar a algún rival y hasta al presidente del Atlético Mineiro, Sergio Coelho, lanzando botellas de agua.

La rueda de prensa del Boca Juniors posterior al partido fue cancelada por la Conmebol, que dijo que esperará el informe que elaboren los árbitros para imponer las respectivas sanciones.